“Sailing, navegando por la música” es un programa de radio de rock, blues y folk que, con un barco imaginario, navega por el tiempo tocando todos los puertos de tus recuerdos (y de los míos). Transitamos una nostalgiosa vanguardia que te cuenta el nacimiento y desarrollo del rock internacional, de la Argentina y de Uruguay. Escucharás excelente data y música que difícilmente encuentres en otro programa de radio o en internet. Todos los viernes a las 21 hs. por FM SOS 105.1 y http://www.fmsos.com.ar/

Así fue el viernes 20/12 en "Sailing...": programa especial dedicado al asesinato de John F. Kennedy

Ya está disponible el programa en la columna derecha del blog para bajarlo. Hacer click en la carpeta "Skydrive" para acceder a este y otros programas anteriores.


Este viernes 20 de diciembre "Sailing, navegando por la música" puso en el aire un programa especial de 90 minutos dedicado al asesinato de JFK, del que se cumplieron 50 años el mes pasado.



Además de contarles las historias, las teorías y nuestros puntos de vista, escucharon la música que en 1963 sonaba en las radios del mundo y de Argentina.

En la co-conducción la presencia de nuestro amigo el Alemán, con quien hemos compartido algunos años de radio.

"Sailing, navegando por la música" todos Viernes 21 hs. por FM 105.1 Ser Otro Ser y www.fmsos.com.ar



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"Las Redondas"

Era un placer ir al quiosco y, con algunas monedas que habías ahorrado, comprar un paquete de figuritas. Te temblaba la mano de la emoción al abrirlas, para saber si había salido “la difícil” que todo el mundo buscaba o el premio ("el vale")también reservado para unos pocos afortunados. Después era como la vida: alegría por las que no tenías, tristeza por las repetidas de siempre. Eran redondas, de cartón, redondas como la pelota y como la ilusión de aquellos pibes que, viendo el sacrificio diario de los viejos, soñaban con un mundo mejor. También servían para socializarte, ya que te permitían el intercambio y la negociación (“te doy tres por esa” o “todo este pilón -como 100- por aquella difícil”) que te ayudaba a completar el álbum. Te fogueaban en la competencia diaria: cada recreo eran infinidad de partidos en el patio del colegio jugando a “la tapadita” o “el espejito”; y el que ganaba se llevaba todas las que estaban en juego. Permanentes triunfos y derrotas, pero siempre la revancha en el recreo siguiente. Después, el placer de pegarlas en el álbum, con plasticola si había o con engrudo (harina y agua) si la plata no alcanzaba. Por el álbum lleno, también había premio. El tiempo y la modernidad se las llevó: hoy las figus son rectangulares, autoadhesivas, de papel, no sirven para jugar y si te faltan algunas, las comprás en el distribuidor. Como el mundo, las figus se volvieron frías.

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Un coleccionista de discos que, como excusa para seguir juntando, hace veintitres años que conduce "Sailing, navegando por la música".